Tras ser derrotado en combate, el temido cazador de dragones, Lion, fue hecho prisionero por la Reina Dragón Plateada.
Sin esperanza de escapar, decidió lanzar una maldición prohibida sobre ella, dispuesto a arrastrarla al abismo junto con él.
Lo que no esperaba… era que la reina realmente perdiera el control.
Convencido de que había arruinado su reputación para siempre, Lion creyó que su misión como cazador estaba cumplida: humillar a la orgullosa reina.
Pero dos años después, al despertar inesperadamente…
Una pequeña niña dragona lo esperaba junto a su cama, llamándolo “papá”.