“Para protegerte, me convertiré en rey.”
“¡Princesa! ¡Por favor, despierte!”
Antes del amanecer, el ejército del rey invadió Sutmar con una acusación: traición.
El objetivo era claro: eliminar a la princesa y duquesa de Arpad.
“Princesa, huya con Zoltan a la ciudad de Cyclo.”
“¿Y usted, duque Arpad?”
Como señor de este castillo, no pensaba abandonar mi hogar…
“Esposa, por favor cuídate.”
Fue entonces cuando vi un poste con una señal funesta… y solté un grito desgarrador.
Reconocí por última vez el rostro de mi esposo.
Pero, de forma inesperada, desperté en el pasado, justo en aquella primera noche de hace tres años.
Él estaba vivo.
“Esta vez te protegeré”, le prometí.
“Aunque el destino nos ponga a prueba, estaré contigo hasta el final.”
No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!