Cuando la princesa Kaya fue entregada como consorte del emperador, lo hizo por la paz del reino, no por amor. Pero el destino tiene su propia forma de burlarse de los corazones rotos. En palacio, se reencuentra con el príncipe heredero Ryujin: frío, despiadado y marcado por cicatrices tanto físicas como del alma. Nada queda del joven que una vez conoció.
Separados por mentiras y traiciones, Kaya y Ryujin deberán sobrevivir en una corte donde cada gesto es observado, cada palabra una trampa, y cada recuerdo, un arma. Entre juegos de poder, secretos peligrosos y emociones prohibidas, la supervivencia es solo el comienzo...
Porque lo que de verdad podría destruirla, es la mirada del Príncipe Heredero.
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