Capítulo 15

Intentó concentrarse en el trabajo, pero parecía que iba a ser difícil seguir trabajando el resto del día.

Era la primera vez.

No poder hacer lo que tenía que hacer por culpa de otra persona.

Si alguien leyera la mente de Arthurus, vería que estaba llena de pensamientos sobre Karen Shanner.

La puerta se abrió y Lois apareció sosteniendo otro documento.

—Ahora, aquí tienes.

Aunque Arthurus había sido incapaz de concentrarse en su trabajo antes, ahora parecía ser capaz de concentrarse lo suficiente como para mirar los datos que Lois había traído consigo.

—He recopilado información sobre Karen Shanner tal y como me lo pediste.

—Buen trabajo.

Soltando un cumplido poco sincero, Arthurus leyó atentamente la información traída por Lois.

—Su verdadero nombre es Karen Shanner. Con su aspecto podría pasar como una dama aristocrática, pero viene de un pueblo rural. Ah, y estuvo como prisionera del ejército enemigo mucho tiempo durante la guerra.

—…

—Pudo regresar en la ceremonia de intercambio de prisioneros durante la tregua.

Era una mujer cuya vida era bastante extraña.

Toda su familia murió durante la guerra excepto su hermano menor, y ella misma fue capturada en el país enemigo durante bastante tiempo antes de regresar a su patria, pero en lugar de volver a su pueblo natal, se instaló en la capital…

—Ballet.

—¿Eh?

—Esta mujer, ¿dónde aprendió ballet?

Es imposible que haya aprendido en su infancia y en ese pequeño pueblo. Por no hablar de la guerra. Regresó a su patria tras cinco años de cautiverio y se unió a una compañía de ballet sólo un año después.

Aunque sea una ballerina de bajo nivel, no hay forma de que dejen entrar a alguien que no conoce los fundamentos básicos del ballet.

—Ahí está otra vez. La enfermiza sospecha de los prisioneros.

Lois chasqueó la lengua y negó con la cabeza.

—Sospechar de una mujer que te interesa es una enfermedad.

Arthurus desconfiaba de los que estuvieron mucho tiempo prisioneros e insistía en verificar las ideas de los que conseguían regresar.

Aunque fueran sus compatriotas y víctimas de la guerra.

Les parecía sospechoso que un país enemigo secuestrara a civiles en lugar de matarlos de inmediato, y que tuvieran la iniciativa de llevar a cabo una ceremonia de intercambio de prisioneros. Pensó en la posibilidad de que los que habían sido prisioneros de guerra durante mucho tiempo traicionaran a su país.

—Al principio se unió a la compañía de ballet como la chica de los recados y aprendió los movimientos mirando de reojo. Parece que el director de la compañía de ballet la descubrió. ¿Dudas a pesar de que está claramente escrito en los documentos?

—¿Es el ballet una danza que se puede aprender mirando de reojo…?

—Eso es lo que se dice de los genios.

Arthurus también estaba de acuerdo hasta cierto punto con la afirmación de Lois de que tenía una enfermedad llamada sospecha.

Cuando estuvo a cargo de rescatar prisioneros durante la guerra, conoció a una chica más o menos de su edad, y ella…

Lo apuñaló por la espalda con una mirada inocente y murió.

Por lo tanto, las sospechas hacia los prisioneros que regresan pueden no ser razonables o válidas. Puede ser que esté enterrado en recuerdos del pasado y esté lanzando una mirada dura hacia las víctimas de la guerra.

Por encima de todo, Karen no era una persona capaz de engañar a alguien y urdir un plan. ¿Cómo podía ser una espía con esa cara que revela inocentemente sus emociones?

—Bueno, por cierto…

Lois habló con cautela, observando a Arthurus estudiar los datos con el ceño fruncido.

—¿Cuándo vas a tener noticias del abuelo? He oído que siente curiosidad por la señorita Karen…

Después de conocer la noticia, Jude Cullen siguió poniéndose en contacto con él hasta el punto de resultar molesto. Era tarea de Lois bloquear las llamadas del abuelo a su nieto. Empezaba a sentir dolor de cabeza.

Quizás la tenacidad de Arthurus había sido heredada de su lado materno.

—Vaya, así que alguien le avisó.

—¿Crees que fui el único que se lo dijo? El mayordomo lo hizo primero. El abuelo escuchó la historia del mayordomo y se puso en contacto conmigo para confirmarlo… ¿Cómo iba a mentirle a la persona que me acogió cuando era niño?

—Sí. Mi asistente, mi mayordomo, todos son gente de mi abuelo.

Arthurus, apoyado en el respaldo de la silla, entrecerró los ojos y miró a Lois, como si evaluara un objeto.

—Deja de contactar con el abuelo por tu cuenta. Estoy tratando de decidir si aprovecho o no esta oportunidad para cortarle el paso a su gente.

—… Eso es demasiado.

—Ah, y una cosa más.

Arthurus se puso la chaqueta y se volvió hacia un Lois lloroso.

—Hoy estoy ocupado, así que no vengas a buscarme.

—¿Adónde vas? ¿Vas a reunirte con esa mujer?

Arthurus soltó una pequeña carcajada ante la pregunta.

—Si debo confesar, me lo estoy pensando.

A Lois le surgieron un montón de preguntas sobre cuándo, dónde y cómo, pero Arthurus cerró fríamente la puerta de su despacho.

* * *

Karen se miró los pies nudosos* y luego se puso en silencio las zapatillas de ballet y se hizo el nudo final.

(Becky: *Por el esfuerzo y sobrecarga, los pies de las ballerinas sufren ciertas deformaciones). 

‘¿Aceptará ese hombre mi sugerencia?’

No cree que sea una mala idea para Arthurus Kloen, a quien su abuelo materno presiona para que contraiga nupcias y sufre del cortejo unilateral de Sierra Miller.

Pero una parte de Karen esperaba que Arthurus no aceptara.

Era cierto que necesita su patrocinio para mantener la compañía de ballet a flote y a ella misma bailando durante muchos años.

Pero…

—Karen, prepárate ahora.

—Entendido.

El golpe de Mark en la puerta cortó el hilo de los pensamientos de Karen.

Karen Shanner, Étoile y bailarina principal del Swan’s Ballet.

Era su identidad favorita.

Intentando borrar sus pensamientos sobre Arthurus, subió al escenario donde las brillantes luces la envolvían.

Comenzó a sonar la música que ya le era familiar y su cuerpo se movió al compás de ella.

Tras la guerra, la economía tocó fondo, pero hubo gente que aprovechó para acumular riqueza. Y lo que más disfrutaban era la lujosa vida cultural.

A medida que aumentaba la diferencia de riqueza y la clase alta disfrutaba de la vida cultural, los tipos de arte se hacían más diversos y avanzados.

Siguiendo esta tendencia, el Swan’s Ballet creó una nueva obra para los que se aburrían con los clásicos.

Se trata de una historia de amor entre una espía y un soldado, basada en una persona real, acorde con el periodo bélico.

Karen se entregó a la melodía, que se volvía más triste a medida que avanzaba.

Como no era su primera presentación, sabía bien cuándo la gente se tranquilizaría y se concentraría y cuándo se asombraría.

Pero esta vez, las exclamaciones surgieron cuando el público debería haber estado en silencio.

‘… Qué pasa.’

Debido a la inesperada reacción del público, la conciencia de Karen, antes inmersa en su papel, se volvió hacia el público.

Tras una inspección más detenida, se dio cuenta de que no eran exclamaciones. Era el murmullo de la gente sorprendida por algo.

Karen se volvió y comprobó en qué dirección miraba la gente.

Un hombre alto que llamaba la atención incluso desde lejos estaba entrando tarde en la sala de conciertos.

Podría haberse ido al asiento superior, desde donde había una mejor vista.

Había otra sección de butacas en el medio, donde el público podía establecer contacto visual directo con ella. Ahí se sentó Arthurus Kloen.

Karen ya no podía concentrarse totalmente en el escenario.

Estaba distraída por él. Pero ni siquiera eso le duró mucho. Fue distraída por el sonido de los pasos fuertes que no encajaban en una sala de conciertos con música calmada.

—¡KAREN!

Una voz chillona, más parecida a un grito, resonó con fuerza.

Los músicos trataron de ignorarlo y continuaron con la música. Karen también intentó concentrarse en su baile mientras ignoraba al demente de Joseph Malone.

El staff entre bastidores intentó detenerlo. Pero cuanto más lo hacían, más gritaba Joseph el nombre de Karen, tan alto que ella apenas podía oír la música.

Inevitablemente, la concentración de los músicos se rompió y el conjunto se vino abajo.

Karen intentó seguir bailando, pero cuando vio que Joseph Malone se abría paso entre la gente a trompadas y se acercaba al escenario, perdió el equilibrio intentando mantener las puntas de los pies en alto y cayó.

—¡KAREN, KAREN, KAREN, KAREN, KAREN!

Arruinó el escenario.

Mientras lo veía acercarse, arrodillarse y sacar un anillo, ella sólo tenía un pensamiento en mente.

Que él arruinaba lo que debería haber sido una actuación perfecta.

Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en la clase de espíritu que tenía, al irrumpir en el escenario y cortejarla abiertamente. A los locos no hay que entenderlos en términos de gente normal.

—¡Sr. Malone! ¿Por qué está haciendo esto? ¡Retírese!

—¡Suéltenme! ¡Esto es lo que Karen quiere! ¡Ella me pidió que le propusiera matrimonio en el escenario!

Karen juró que nunca le había dicho algo así a Joseph Malone.

Siempre le había caído mal, no había razón para que le cayera mejor ahora que había arruinado su presentación.

Pero, en cierto modo, esto también era una oportunidad.

Karen miró al público.

Aunque el baile y el escenario eran importantes para ella, había algo más importante que eso.

Alzó la voz para que mucha gente pudiera oírla, como si estuviera representando una obra de teatro.

—¡Ya basta, Sr. Malone! ¡Yo estoy saliendo con alguien!

—No mientas, me escribiste en una carta que te pidiera matrimonio…

—¡Duque Kloen!

Ella hizo contacto visual con Arthurus, que la estaba mirando.

Karen quería escupirle a Joseph Malone por arruinar la presentación. Pero, tenía que darle un empujoncito en la espalda a Arthurus por su estado de vacilación.