Close
   Close
   Close

El lugar donde se quebró la rosa dorada - Capítulo 39

Capítulo 39

 

Joseph Malone estaba disfrazado de médico, con el rostro cubierto por una cómica mascarilla blanca y una espesa barba, también vestía una bata blanca.

—Voy a gritar.

—¿No empezarás a sangrar del cuello antes de que puedas abrir la boca?

—¿Por qué me haces esto…?

—¡No trates de ganar tiempo! Tu hermanito salió del hospital, y los médicos y enfermeras están teniendo una cirugía importante ahora mismo, así que no podrán venir corriendo cuando te oigan gritar.

El hombre que una vez le dijo que la amaba, incluso si era por su obsesión y posesividad, ahora la miraba como si fuera el enemigo que mató a sus padres.

—Levántate.

Karen no tuvo más remedio que contener la respiración y ceder ante las exigencias de Joseph Malone.

No sabe a qué se está metiendo si la arrastra este lunático incontrolable, pero seguirle la corriente fue una orden de arriba.

 

* * *

 

Arthurus, sentado en el asiento trasero del coche conducido por su chofer, miraba hacia la calle hundido en sus pensamientos.

Tal vez debería comprar algunas flores.

Karen era una mujer que amaba tanto las flores que miraba floristerías aún estando con él.

Por eso, por un momento pensó que era extraña.

|Detente.|

No tardó mucho en darse cuenta de que estaba teniendo pensamientos ridículos: regalarle un romántico ramo de flores a su ex y al mismo tiempo llevarle documentos notariales relacionados con una compensación.

Ni siquiera era gracioso.

Aun así, quería verla con prisa, aunque no fuera por una muy buena razón.

…Entonces podrá terminar adecuadamente todos sus papeleos.

Arthurus golpeó ligeramente el marco de la ventana con el dedo índice. Solía ​​tener la costumbre de organizar sus ideas, pero ahora demostraba su impaciencia.

Sin embargo, cuando llegó al hospital con el sobre de documentos, lo que vio en la habitación del hospital no era el rostro de Karen que había imaginado en su cabeza.

—¡Mi hermana! ¡No está mi hermana!

La habitación del hospital estaba hecha un desastre, como si alguien hubiera tenido una pelea con Luis Shanner, quien lloriqueaba y hacía un escándalo, diciendo que su hermana había desaparecido.

No era de extrañar que el hospital estuviera alborotado.

—Qué ha pasado.

Arthurus colocó tranquilamente una mano sobre el hombro de Luis Shanner.

—Salí un momento para comprarle algo que le apetecía… y mientras tanto, la habitación del hospital se quedó así y ella desapareció sin dejar rastro…

—Tú…

Arthurus cerró los ojos, apretando los dientes y mirándolo ferozmente. No pretendía actuar así con el hermano menor de Karen, quien sí era su verdadero cuidador, pero estaba furioso con él por descuidarla. Pero solo era un desahogo inútil.

Dejó de lado a Luis Shanner e interrogó a las enfermeras sobre la situación actual.

—Esta mujer recibió un disparo y fue operada recientemente. ¿Y nadie vio nada?

—Eso es porque había una cirugía urgente y todos fueron para allá…

—Aún así…

Arthurus contuvo la voz que subía sin darse cuenta, tanto que las venas de su frente se marcaron.

—Consulte con todos los pacientes, enfermeras, médicos y todas las demás personas en el hospital para ver si han visto a la mujer que se quedaba en esta habitación.

Mil veces prefería creer que se había ido a alguna parte por sí sola. Pero, ¿adónde podría ir en ese estado?

Además, con sólo observar el aspecto de la habitación del enfermo, estaba claro que esta no había desaparecido a propósito.

Entonces, ¿quién fue? ¿Quién se llevó la llevó a la fuerza en su estado herido…?

|… Hay alguien.|

Una persona vino a la mente de Arthurus.

—Dónde está el teléfono.

Arthurus tomó prestado un teléfono en el pasillo del hospital y rápidamente llamó a Lois.

Tan pronto como le respondió la llamada, Arthurus le interrumpió y fue directo al grano.

—Lois, Karen ha sido secuestrada.

[—¿Qué? ¿Quién, en serio…?]

—Creo que es Joseph Malone.

En un momento así, nadie más que él podría haberla secuestrado de esa manera.

—Síguele el rastro.

No había necesidad de perder el tiempo estando en el hospital, pues era muy probable que ya no estuvieran dentro. Arthurus avanzó sin dudarlo. Aún podía ver la espalda de Luis Shanner, sollozando en la habitación.

Los ojos de Arthurus se encontraron con los de él.

…Lo correcto sería acercarse y asegurarle que pronto encontraría a su hermana.

Pero, por alguna razón.

No tenía ganas de hacerlo.

Aunque sabía que era un pensamiento retorcido, Arthurus no pudo evitar sentir que aquellas lágrimas eran fingidas.

Con una leve inclinación de cabeza, atravesó la habitación y salió.

 

* * *

 

Trac, trac, trac.

El viejo y pequeño carruaje traqueteaba con facilidad.

Karen estaba sentada en una esquina, con la herida del costado vendada.

Y el hombre que había cometido semejante acto atroz, no dejaba de mirar a su alrededor, incluso en el vagón donde sólo estaban ellos dos.

Parecía que no podía parar aunque sabía que había hecho algo irreversible.

—¿Adónde vamos…?

—¿Decírtelo? ¿Para que luego puedas contactar con Arthurus Kloen?

—Aunque quisiera, sabe que no es posible.

Luego, con calma y reprimiendo su dolor, ella le hizo una pregunta.

—Señor Malone, ¿por qué me hace esto?

—¿Me preguntas porque no lo sabes? ¡Cuánto te amé! ¡Y a cambio, lo perdí todo!

—¿Lo perdió todo?

—¡Por culpa del duque Kloen, por el que me cambiaste! ¡Ese bastardo ha estado cortando todas mis inversiones! No sé qué demonios se rumorea que ha estado haciendo, pero, ¡los nobles y hombres de negocios evitan todo contacto conmigo! ¡Solo porque soy el hombre con el que te has involucrado!

La verdadera razón era porque Joseph Malone era un acosador que no dudaba en recurrir a la violencia y al asedio. Sin embargo, en la situación actual, no tenía sentido corregirlo.

Por su propia seguridad, Karen debía intentar complacerlo.

—El duque Kloen, ¿hizo algo así…?

Actuó como si realmente no lo supiera.

—La verdad es que no lo sabía. Sabía que era muy celoso, pero…

—¡Deja de mentir! ¿A quién intentas engañar?

—No miento. ¿Por qué mentiría en esta circunstancia?

Pero una vez él había sido un hombre de negocios exitoso.

Después de perderlo todo, parecía haber perdido incluso la capacidad de pensar como ser humano.

—Señor Malone, no, señor Joseph.

—¡Deja de llamarme así! ¡Me traicionaste y te fuiste con otro hombre!

—Sí, lo hice. Pero no fue mi intención.

Karen tomó con cuidado la mano de Joseph.

—El barón Theron quería que consiguiera el mejor patrocinador. Y en esa situación, el duque Kloen mostró interés en mí.

—….

—Era natural que el barón Theron me presionara para capturar al duque Kloen.

Era una completa mentira.

Quien presionó al barón Theron para un encuentro con ella fue Joseph Malone. Quien la ayudó a escaparse de Joseph Malone fue Arthurus.

De hecho, todo el proceso en sí fue una gran visión para abordar al duque Kloen.

—T-tú me rechazaste incluso en ese hotel…

—No estaba mentalmente preparada en ese momento. Usted me trató fatal…

Él movió los ojos de un lado a otro, como si estuviera confundido.

Está bien. Ella tiene que ganar un poco más de tiempo de esa manera.

La pregunta era si algún día podría liberarse por completo de Joseph Malone.

Kustia confiaba en que Arthurus Kloen vendría a su rescate.

Por supuesto, si tiene noticias suyas, el duque hará un esfuerzo de encontrarla.

Era un buen tipo.

Pero no estaba claro si llevaría a algún progreso en la relación. Antes de eso, también era difícil saber con certeza si lograría encontrarla.

Porque no la ama.

No eran verdaderos amantes, y su relación contractual terminó antes que los sentimientos por ella se pudieran profundizar. Tenían una relación ambigua, así que no parecía que él vaya a hacer todo lo posible por salvarla.

Es mejor no albergar esperanza que tenerla, y luego decepcionarse. Entonces no habrá decepción.

Pero si tiene que suceder…

|Deseo que me encuentres.|

Ni siquiera espera que le entregue sinceramente su corazón.

Si alguien tuviera que salvarla, esperaba que no fuera otro que Arthurus.

Pensó que sería un poco más feliz.

 

* * *

 

Mientras tanto, Arthurus estaba ocupado moviéndose.

No solo puso su denuncia en la policía, sino que también reemplazó al personal de su empresa. Y eso no fue todo. También usó sus contactos personales, como pedirle ayuda al mayor Skyborough.

Por si fuera poco, llevó a Lois con él y buscó en la oficina donde había estado viviendo Joseph Malone en lugar de su casa.

Joseph Malone se había declarado en bancarrota. Era de conocimiento que había  vendido la casa donde vivía y dormía en su oficina.

Mordiéndose el labio inferior y reprimiendo su creciente impaciencia, Arthurus preguntó.

—¿Con quién ha interactuado recientemente?

—Es famoso el hecho de que ha perdido todas sus conexiones. Se sabía que lo tenías en la mira, así que ¿quién se pondría en contacto con él?

…Sí. Es de suponer.

Pero eso lo hacía aún más extraño.

No era imposible aprovechar el tiempo de tranquilidad del hospital para secuestrar a una mujer herida.

Pero, ¿dónde diablos iba a desaparecer un hombre, con una mujer, que ha perdido todos sus bienes y conexiones?

Buscaron los bares que frecuentaba Joseph Malone y su oficina, pero su paradero seguía siendo desconocido.

Dejanos tu opinion

No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!

🔒Esta página ha sido bloqueada temporalmente.
Por favor, vuelve a esta ventana para continuar navegando normalmente.