Close
   Close
   Close

El lugar donde se quebró la rosa dorada - Capítulo 47

 

Episodio 47

 

 

En ese entonces…, no recordaba haberse encontrado cara a cara con el mayor Skyborough. Ella solo era una de los tantos prisioneros, y si hubiera mantenido la cabeza gacha, no la habrían notado.

 

—El rubio… es un color de cabello más común de lo que parece.

 

—Oh, mi error. No quise insinuar que usted se parece a esa chica. No tenía tiempo para prestarle atención a Arthurus en ese momento, así que ni siquiera me di cuenta de que se estaba enamorando por primera vez.

 

Malinterpretando la actitud defensiva de Karen por ser reconocida por su cabellera rubia, el mayor se mostró visiblemente avergonzado y agitó la mano en señal de excusa.

 

—No sabía que Arthurus hubiera tenido un primer amor hasta después de la muerte de esa joven prisionera.

 

Karen, aliviada de que no la hubieran reconocido, aflojó lentamente el control de su agarre.

 

—No sé si fue por las heridas que le infligió esa mujer o por el impacto que le causó su muerte… Estuvo inestable durante un tiempo. Me preocupaba que nunca  le fuera prestar atención a ninguna otra mujer desde entonces, pero gracias a usted…

 

—Esa mujer…

 

Karen lo interrumpió, a sabiendas que era de mala educación.

 

—¿Esa mujer le hizo algo malo a Arthurus… no, al duque?

 

—…¿Qué?

 

—Acaba de decir que tuvo heridas por esa mujer.

 

—Ah…

 

En esencia, lo que el mayor intentaba transmitir era que estaba agradecido por la ayuda hacia Arthurus, quien había sido tan herido por su primer amor, y por lograr que se volviera a enamorar. Sin embargo, se dio cuenta de repente de que tal vez se había equivocado con sus palabras.

 

—Fue imprudente de mi parte mencionar al primer amor delante de la pareja actual.

 

—Eso… A qué se refiere…

 

—…

 

—¡Ejem, no se debería tratar a un cachorro así, cielos!

 

El mayor terminó torpemente la conversación acercándose rápidamente a Mary y Arthurus pretendiendo estar sorprendido. Al quedarse sola, el duque se le acercó por instinto.

 

Ella no podía apartar la vista de él mientras se le acercaba bajo la luz del sol. Las palabras del Mayor Skyborough persistían en su mente.

 

 

《 —No sé si fue por las heridas que le infligió esa mujer o por el impacto que le causó su muerte… Estuvo inestable mucho durante un tiempo.》

 

 

Solo fue un flechazo adolescente.

 

¿Realmente tuvo un período de inestabilidad por ella? ¿De verdad fue tan importante para él?

 

¿Fue tan grande la herida que le causó?

 

No lo sabe. Algunos días esperó que las heridas que causó fueran tan pequeñas que no tuvieran importancia, y otros días deseó que fueran tan grandes que no pudieran borrarse.

 

Aunque sintió alivio de no ser recordada, también hubo decepción por ser olvidada.

 

Qué confusión no poder entender cuáles eran sus sentimientos.

 

Siempre ha sido así.

 

Arthurus la envolvía en un cálido sueño al mismo tiempo que le causaba confusión.

 

—Pareces tener frío. ¿Te traigo una manta?

 

Arthurus preguntó con una voz bastante afectuosa, pero ella simplemente se lo quedó mirando en silencio.

 

—¿Karen?

 

Al no obtener respuesta, él sintió que algo andaba mal y se sentó sobre las rodillas, mirándola para comprobar su estado.

 

—¿Qué ocurre?

 

Después de contemplar fijamente al hombre cuyo rostro había cambiado por completo, de un rostro infantil a uno de hombre, habló por reflejo.

 

—¿Ya ha olvidado a su primer amor?

 

—¿Qué…?

 

—Me pregunto si realmente lo hizo.

 

Los ojos masculinos se volvieron profundos y oscuros, ya que nunca había esperado que las palabras “primer amor” salieran de la boca de Karen.

 

Ella tenía miedo porque no podía entender qué significaba eso.

 

 

《 —Bueno, mi intención era apoyar tu nueva relación… Pero, creo que los sentimientos de la señorita Karen quedaron heridos.》

 

 

Como era de esperar, no fue otro que el mayor Skyborough quien dijo tonterías.

 

Cuando fue a la guerra, lo siguió bien porque era adulto y era un guía, pero….

 

En momentos como este, realmente sentía ganas de ignorar su rango e ir a golpearlo.

 

 

***

 

 

Arthurus estaba leyendo el informe mientras yacía en la cama con la tenue luz encendida, finalmente dejó escapar un suspiro silencioso y colocó el documento en la mesita de noche junto a la cama antes de caer en un recuerdo lejano.

 

—El primer amor…

 

Fue una emoción que tuvo una gran influencia en él de muchas maneras, hasta el punto de que no podía asociarlo con de una manera bonita.

 

Intentó olvidar, y al final, sus recuerdos finalmente se desvanecieron…

 

—…

 

En el momento en que una cabellera rubia enredada en sangre le vino a la mente, Arthurus cerró los ojos. Sin embargo, la pesadilla del pasado se hizo más vívida en la oscuridad. Finalmente, se levantó de su posición semitumbada y abrió las cortinas.

 

Era hora de abrir la ventana para una mejor ventilación.

 

De repente, empezó a llover a cántaros.

 

Nubes oscuras cubrieron el cielo desde temprano en la tarde, y finalmente parecía que llovería hasta la noche.

 

Arthurus contempló durante largo rato el paisaje del jardín bajo la lluvia, esperando que sus recuerdos se desvanecieran con la lluvia.

 

Pero la tormenta no duró un rato, poco a poco se hizo más fuerte y hasta hubo relámpagos y truenos.

 

Cuanto más destellan los relámpagos, más deslumbrantes son.

 

Cuanto más fuerte es el trueno, mayor es el retumbar.

 

La lluvia se volvió más densa y potente.

 

Y los recuerdos que esperaba que desaparecieran comenzaron a volverse cada vez más claros.

 

Como en una pintura al óleo, aquellas memorias en su cabeza se desdibujaron y Arthurus cerró los ojos, sintiendo dolor de cabeza.

 

Ese fue el momento.

 

Se oyó un sonido desde fuera del dormitorio. Era débil, pero no era una ilusión. Se oía el sonido de alguien caminando por el pasillo, acercándose a la habitación. Él se acercó de nuevo a la cama y metió la mano bajo la almohada. El frío metal rozó las yemas de sus dedos.

 

En el momento en que su dedo índice ya estaba en el gatillo desde debajo de la almohada, la puerta se abrió.

 

 

* * *

 

 

Karen se dio vueltas bajo las sábanas toda la noche, sin poder dormir.

 

Después de encontrarse con el mayor Skyborough, siguió pensando en los eventos pasados ​​entre Arthurus y ella.

 

 

《Fue el día en que el ejército de Gloretta llegó y rescató a las muchachas que habían sido capturadas y tomadas como prisioneras por el ejército de Kustia.

Pero Karen no podía estar completamente feliz. Los prisioneros estaban retenidos en lugares diferentes según su género. En otras palabras, ella había sido rescatada, pero la vida o la muerte de Luis aún no se había confirmado.

Los soldados repartían escasos alimentos a los prisioneros. Consistía principalmente en comida enlatada y galletas, pero incluso eso era un bien preciado durante la guerra.

La comida asignada a cada persona apenas alcanzaba para saciar el hambre. Karen solo comía galletas y guardaba en secreto la comida enlatada. No sabía qué pasaría después, así que guardaba una porción aparte para su hermano menor.

Entonces estaba cada vez más delgada por el hambre, más que cuando había sido tomada prisionera.

Pero nadie se molestaba en hablar con los prisioneros, que eran muy callados y reservados; siempre se acurrucaban en un recoveco cabizbajos. Karen se sumía en su rincón, sola y ansiosa.

Por supuesto, hubo gente valiente que intentó ayudarla con tareas ocasionales mientras atravesaba momentos difíciles. Las personas tienden a apoyarse mutuamente y a resistir en tiempos de crisis. Por eso hubo quienes le ofrecieron ayuda, pero la joven eligió aislarse, rechazando todo.

En algún momento, la gente dejó de acercarse a ella.

Fue entonces cuando se convirtió en una figura sombría, olvidada por todos.

Mientras abrazaba su bolso y hundía la cara en él como siempre, no tuvo más remedio que levantar la vista. Todo porque alguien le había arrebatado el bolso que abrazaba.

Era un chico más alto y maduro que ella, pero que ante los adultos sería considerado joven. Sin embargo, a juzgar por el arma en el hombro y el uniforme militar, no era uno de los prisioneros que habían sido rescatados junto a ella.

—Qué está… ¡Qué está haciendo!

—Realmente hiciste un buen trabajo escondiendo comida aquí.

—No me la robé. ¡Solo guardé lo que no me comí!

Karen conocía al chico, aunque nunca hubieran hablado. Era joven y estaba en plena transición para convertirse en adulto, pero ya hacía alarde de su estatus. Era un francotirador que había matado a figuras clave del ejército enemigo con su arma, y ​​una figura patriota que se había alistado como voluntario para unirse al ejército a pesar de ser heredero de un ducado.

Pero para este muchacho, ella no era más importante que una piedra rodando en el camino.

De repente, el actuar del joven no tenía ningún sentido.

—¿Te lo guardaste para comerlo cuando llegues a tu casa?

—No es así…

El joven de fríos ojos azules sacó una lata del bolso y se la arrojó.

—Esta es la comida se te dio para que no murieras de inmediato. No es importante si te mueres de hambre, pero para nosotros, incluso una lata es preciosa.

—¿Me los va a quitar…?

—Si te los hubieras comido a tiempo no te los estaría quitando.

El joven, Arthurus, se llevó el resto de la comida con él, a excepción de la lata de comida que le arrojó a los brazos.

La primera conversación que tuvo con Arthurus Kloen, cuyo rostro sólo conocía de lejos, resultó ser la peor.

Seguramente ese habría sido el caso…》

Dejanos tu opinion

No hay comentarios aún. ¡Sé el primero en comentar!

🔒Esta página ha sido bloqueada temporalmente.
Por favor, vuelve a esta ventana para continuar navegando normalmente.