《 —No sé si fue por las heridas que le infligió esa mujer o por el impacto que le causó su muerte… Estuvo inestable mucho durante un tiempo.》
《 —Bueno, mi intención era apoyar tu nueva relación… Pero, creo que los sentimientos de la señorita Karen quedaron heridos.》
《Fue el día en que el ejército de Gloretta llegó y rescató a las muchachas que habían sido capturadas y tomadas como prisioneras por el ejército de Kustia.
Pero Karen no podía estar completamente feliz. Los prisioneros estaban retenidos en lugares diferentes según su género. En otras palabras, ella había sido rescatada, pero la vida o la muerte de Luis aún no se había confirmado.
Los soldados repartían escasos alimentos a los prisioneros. Consistía principalmente en comida enlatada y galletas, pero incluso eso era un bien preciado durante la guerra.
La comida asignada a cada persona apenas alcanzaba para saciar el hambre. Karen solo comía galletas y guardaba en secreto la comida enlatada. No sabía qué pasaría después, así que guardaba una porción aparte para su hermano menor.
Entonces estaba cada vez más delgada por el hambre, más que cuando había sido tomada prisionera.
Pero nadie se molestaba en hablar con los prisioneros, que eran muy callados y reservados; siempre se acurrucaban en un recoveco cabizbajos. Karen se sumía en su rincón, sola y ansiosa.
Por supuesto, hubo gente valiente que intentó ayudarla con tareas ocasionales mientras atravesaba momentos difíciles. Las personas tienden a apoyarse mutuamente y a resistir en tiempos de crisis. Por eso hubo quienes le ofrecieron ayuda, pero la joven eligió aislarse, rechazando todo.
En algún momento, la gente dejó de acercarse a ella.
Fue entonces cuando se convirtió en una figura sombría, olvidada por todos.
Mientras abrazaba su bolso y hundía la cara en él como siempre, no tuvo más remedio que levantar la vista. Todo porque alguien le había arrebatado el bolso que abrazaba.
Era un chico más alto y maduro que ella, pero que ante los adultos sería considerado joven. Sin embargo, a juzgar por el arma en el hombro y el uniforme militar, no era uno de los prisioneros que habían sido rescatados junto a ella.
—Qué está… ¡Qué está haciendo!
—Realmente hiciste un buen trabajo escondiendo comida aquí.
—No me la robé. ¡Solo guardé lo que no me comí!
Karen conocía al chico, aunque nunca hubieran hablado. Era joven y estaba en plena transición para convertirse en adulto, pero ya hacía alarde de su estatus. Era un francotirador que había matado a figuras clave del ejército enemigo con su arma, y una figura patriota que se había alistado como voluntario para unirse al ejército a pesar de ser heredero de un ducado.
Pero para este muchacho, ella no era más importante que una piedra rodando en el camino.
De repente, el actuar del joven no tenía ningún sentido.
—¿Te lo guardaste para comerlo cuando llegues a tu casa?
—No es así…
El joven de fríos ojos azules sacó una lata del bolso y se la arrojó.
—Esta es la comida se te dio para que no murieras de inmediato. No es importante si te mueres de hambre, pero para nosotros, incluso una lata es preciosa.
—¿Me los va a quitar…?
—Si te los hubieras comido a tiempo no te los estaría quitando.
El joven, Arthurus, se llevó el resto de la comida con él, a excepción de la lata de comida que le arrojó a los brazos.
La primera conversación que tuvo con Arthurus Kloen, cuyo rostro sólo conocía de lejos, resultó ser la peor.
Seguramente ese habría sido el caso…》
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