"Servein, ¿por qué no viniste a verme?"
La voz que llamaba a la sobrina de mi bisabuelo, que se parece tanto a mí, no era de una persona, sino de una sirena. Mi antepasado, quien cuidaba a la sirena con gran devoción, la encerró en un lago. ¿Qué habrá estado pensando la sirena mientras esperaba a alguien que ya llevaba más de cien años muerto? Soportando un dolor terrible, día tras día, seguramente pensaba: "Te extraño..."
...Y eso, sin duda, debe ser venganza.