No todos los días te conviertes en un fantasma. Han Seowoo pensó que le había ido mal cuando el sunbae que le gustaba le rechazó. Pero en su camino de vuelta a casa con el corazón roto, acaba resbalando desde lo alto de un edificio y cayendo en picado... hasta su muerte prematura. Entonces, una parca sorprendentemente joven aparece para recoger su alma. Pero, por suerte, la parca lo estropea todo... y Seowoo tiene la oportunidad de quedarse en el mundo corpóreo un poco más. Sólo hay una pega: la parca debe mudarse con Seowoo y asegurarse de que se mantiene alejado de los problemas y de la vida de los vivos. Quizá ese día de verano, la muerte no era lo único que le esperaba a Seowoo...