Después de una vida gris y silenciosa, fallecí trágicamente sin haber cumplido su único anhelo: hablar con Howon, mi enigmático compañero de trabajo por quien ha estado secretamente enamorado.
Pero el destino me concede una segunda oportunidad… aunque no como humano.
Sin embargo, por un curioso error celestial, reencarné en su manta favorita.