Un Final Feliz Para El Joven Villano

Me reencarné catorce años antes del inicio de la historia original. Como el archimago más poderoso del Imperio. […Protégelo.] Lo único que recuerdo es esa frase. ¿Será que me está pidiendo que proteja el final, ya que es una novela que nunca se terminó de publicar? Es una novela romántica. Al final, los protagonistas seguro tendrán su “felices por siempre”. Aún falta mucho para que comience la historia original, así que me quedaré tranquilo en mi territorio. Pero entonces lo encontré en el Palacio Imperial. Al cuarto príncipe, el villano principal de la novela, que se convierte en un tirano tras una infancia trágica. Una apariencia salvaje. Un cuerpo tan delgado que se le marcaban los huesos. Me daba lástima, pero si altero su historia, la información que conozco podría dejar de servir... [El niño jamás había probado una sopa caliente.] …Supongo que darle de comer no hará daño, ¿verdad? Sin embargo... —Alteza, ¿no se siente mejor ahora que está limpio? —... [El niño vivía en un entorno de abuso y abandono.] En medio de la noche, vi cómo un sirviente le arrojaba agua fría. El niño temblaba en silencio, como si ya estuviera acostumbrado. En ese momento lo decidí. —Alteza... ¿le gustaría ser mi discípulo? Te prometo que tú también tendrás un final feliz. —Alteza, si sigue mirando así como hace un momento, van a descubrirlo. Su tutor, digo. —Mejor así, marqués. Doce años después, el cuarto príncipe, ya adulto, seguía siendo discípulo del archimago. —De hecho, espero que se dé cuenta. Porque el descarado corazón que siente por su maestro… ya no quiere ocultarlo.